Los autoclaves con fase de prevacío fraccionado y secado al vacío (clase B) permiten esterilizar cualquier instrumental médico, ropa interior y apósitos en cualquier tipo de embalaje.
El uso de autoclaves de clase B se ha vuelto especialmente relevante para la esterilización de instrumentos quirúrgicos, que suelen tener luces estrechas, y piezas de mano dentales, que tienen una estructura compleja de canales internos.
La fase de prevacío (la fase que precede a la fase de esterilización) o el ciclo de vacío permite eliminar el aire contaminado no solo de la cámara del esterilizador, sino también de todas las cavidades del instrumento esterilizado, asegurando la posterior entrada de vapor caliente en ellas. . Los microorganismos se destruyen solo al entrar en contacto con vapor caliente, y si queda aire contaminado en los huecos de los instrumentos o puntas, no se garantizará la esterilidad.
Si planea esterilizar marcapáginas envueltos o porosos, es especialmente importante tener una fase de secado al vacío para secar los marcapáginas después de la fase de esterilización para evitar una reinfección.
Los instrumentos o materiales esterilizados en bolsas autosellantes pueden permanecer estériles hasta por un año después del secado al vacío en autoclave. Dependiendo de su necesidad de cantidad de objetos a esterilizar, es importante elegir un autoclave con el tamaño de cámara adecuado. Los tamaños de cámara más populares oscilan entre 16 y 22 litros. Cuantas más paletas entren en la cámara del autoclave elegido, menos ciclos se necesitarán para esterilizar todo el volumen de materiales, lo que a su vez le permitirá ahorrar tiempo.
El panel de control del autoclave debe permitir una fácil lectura de la información y los símbolos de ciclo en el panel de control deben ser fáciles de entender para el personal médico. La presencia de programas de esterilización automática en el autoclave es muy conveniente para el trabajo. Hoy en día, llevar un registro del correcto funcionamiento del autoclave cobra especial importancia. Si el modelo de autoclave que ha elegido no tiene una impresora incorporada, entonces es deseable que se proporcione una salida para un conector de impresora estándar y la posibilidad de una compra posterior (posterior) de una impresora.
Para el funcionamiento del autoclave se utiliza agua destilada (para evitar la corrosión provocada por el cloro contenido en el agua corriente). Los autoclaves con calentamiento de agua fuera de la cámara de carga son más económicos en cuanto a consumo de agua destilada.
Como regla general, el autoclave tiene 3 programas de trabajo: