Las bombas de pozo se utilizan para elevar agua a la superficie para el riego de áreas suburbanas, así como para suministrar agua a casas privadas y otras necesidades domésticas. Debido a su tamaño compacto, las bombas de pozo pueden sumergirse a una profundidad suficientemente grande en pozos o pozos bastante estrechos, lo que las convierte en dispositivos indispensables en áreas con aguas subterráneas de difícil acceso.
Las bombas de pozo se dividen en tres tipos:
Garantía extendida del centro de servicio oficial. Existen modelos de bombas de pozo capaces de elevar agua desde una profundidad de más de 300 metros, lo que les permite ser de varias etapas (a veces superan las dos docenas) y por lo que a menudo también se les llama bombas profundas. Estas bombas tienen una presión bastante alta, pero a pesar de ello, no pueden funcionar cuando se sumergen profundamente bajo el agua. Normalmente, la profundidad de dicha inmersión no supera los 20 metros.