Como refrigerantes se utilizan salmueras, es decir, soluciones de diversas sales en agua. Las soluciones acuosas más comunes son el cloruro de sodio NaCl y el cloruro de calcio CaCl2. En los equipos frigoríficos de los vehículos frigoríficos se utiliza una solución de cloruro de calcio. Las propiedades de la salmuera están determinadas por su concentración, es decir, el contenido de sal disuelta en porcentaje por unidad de masa de la salmuera. A veces la concentración se mide por la densidad (en g/cm3).
Para cada salmuera existe un valor de concentración correspondiente a su estado criohidratado. A esta concentración, la salmuera se congela en forma de una mezcla criohidrato homogénea y su temperatura de medición es la más baja. Así, el punto de congelación del criohidrato de la salmuera de cloruro de calcio corresponde a -55 °C (42,5 horas de sal por 100 horas de agua). Con un aumento o disminución de la concentración correspondiente al punto de criohidrato, aumenta la temperatura a la que la salmuera comienza a solidificarse. Al mismo tiempo, la salmuera de mayor concentración se vuelve más viscosa y se requiere más potencia para bombearla a través de las tuberías.